La desigualdad en Argentina ha alcanzado su nivel más alto desde el inicio de la pandemia de covid-19, según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Durante el segundo trimestre de 2024, el coeficiente de Gini, indicador que mide la distribución del ingreso, se incrementó de 0,417 a 0,436 en comparación con el mismo periodo del año anterior.

El informe reveló que, entre abril y junio, el decil más rico de la población recibió 14 veces más recursos que el decil más pobre, una tendencia que se mantiene desde el año pasado. En este contexto, el 10% de los hogares con mayores ingresos concentró el 33% del total, multiplicando por 19 veces los ingresos del 10% más bajo.

En el primer trimestre de 2024, la desigualdad había alcanzado su peor nivel en 16 años, con un coeficiente de 0,467. 

Juan Graña, economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA), advirtió que el segundo trimestre no refleja el impacto de los aguinaldos, que suelen aumentar la desigualdad entre aquellos trabajadores que perciben la mitad del salario complementario anual (SAC).

El contexto de pobreza también es alarmante: el 52,9% de los argentinos se encuentra en esta situación, mientras que la indigencia afecta al 18,1%, según datos recientes de Indec. 

Daniel Schteingart, sociólogo y desarrollador económico, atribuye el aumento de la desigualdad en gran medida a la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, destacando que el decil más alto se benefició más que los demás, publicó el diario Ámbito.

Además, la recesión económica ha golpeado a los deciles de menores ingresos, cuyas percepciones son "más procíclicas", lo que acentúa la disparidad.

Situación de los ingresos

El informe también detalló los ingresos promedio de la población ocupada, que se sitúa en $473.924, con un ingreso mediano de $370.000, correspondiente al límite superior del quinto decil. 

En contraste, los primeros cuatro deciles de ingresos promedio se ubicaron en $153.323, mientras que el estrato medio alcanzó $460.120 y los deciles 9 y 10 llegaron a $1.145.011.

En el sector asalariado, se registraron 9.632.592 trabajadores, con un ingreso promedio de $501.825. Las personas con descuento jubilatorio tuvieron un ingreso promedio de $638.811, un incremento del 241,6% interanual, mientras que quienes no tienen dicho descuento promediaron $253.702, un aumento del 210,4%.

El informe también indicó que los ingresos laborales representaron el 78,1% del total en los hogares, mientras que los ingresos no laborales alcanzaron el 21,9%, siendo estos últimos más significativos en los deciles más bajos, donde representaron el 62,2% en el primer decil y apenas el 9,4% en el décimo.

Pablo Ferrari, economista, señaló que, a pesar de la desaceleración de la inflación, lo que ha sufrido un mayor impacto desde la asunción de Javier Milei son los salarios y las jubilaciones, factores que explican en gran parte el deterioro de la situación económica de la población.